martes, 21 de agosto de 2012

Verdades absolutas

0. La verdad existe, pero no siempre es agradable.
1. A la discoteca se va a ligar.
2. La amistad entre sexos opuestos no existe (o al menos es inestable).
3. La monogamia es antinatural.
4. Las canciones realmente buenas son aquellas que resisten el paso del tiempo.
5. La obesidad es una enfermedad mental.
6. Izquierdas significa derechos para el pueblo y obligaciones para los gobernantes, derechas significa justo lo contrario.
7. No es lo mismo tener que necesitar.
8. Saber es actuar en consecuencia.
9. Las leyes están para cuando la moralidad falla.
10. Las prohibiciones son parches para un intento fracasado de disciplinar. 
11. Los grafitis para los humanos es lo que mear en las esquinas es para los perros.
12. Conectar la antena de televisión a tu televisor es como conectar tu nevera al McDonalds.
13. Prostituirse es todo aquello que se hace contra tus principios a cambio de un beneficio.
14. Ver anuncios de televisión es prostituirse el alma.
15. La publicidad sirve para vender lo invendible.
16. Las bicicletas,  las motos y las novias se tienen hasta que te las roban.
17. La plena consciencia del mundo nace con el Universo Holográfico de Polstein.
18. Actualmente el mundo está superpoblado de gente,  pero no de personas.
19. Las religiones están para quien quiera hacerlo bien sin entender el porque.

lunes, 13 de agosto de 2012

Sobre la teoría del Karma de Polstein

La teoría del karma de Polstein fundamenta una religión, el Polsteinismo, que cada vez está atrayendo a más adeptos en la sociedad en la que vivimos basada en la sobrealimentación y el despilfarro alimenticio.

Según esta teoría existe un equilibrio perfecto entre el nivel de karma que poseemos y la cantidad de alimentos poco saludables que podemos comer. Imaginemos que queremos comernos un chuletón de cerdo, un cocido Madrileño o una hamburguesa doble cheese bacon del McDonalds (cualquier alimento con una gran cantidad de grasas o hidratos de carbono). Según la teoría del karma esto sólo es posible si anteriormente hemos llenado nuestros niveles de karma en una cantidad acorde a lo que nos vamos a comer y para eso hay que hacer ejercicio físico. Por ejemplo, si yo quiero comerme una paella, antes tendré que salir a dar una vuelta en bicicleta de unos 10km como mínimo, o bien, dar 2 vueltas corriendo a la manzana de casas donde vivo. La cuestión es que el exceso de calorías que contiene la paella reduce el nivel de karma y, por lo tanto, es necesario disponer de suficiente para ingerirla. Comer una paella sin haber echo ejercicio antes significaría tomar prestado karma que no poseo y esto, del mismo modo que ocurre en los bancos o el sistema financiero, no es bueno. Un préstamo conlleva un interés que tarde o temprano se acaba pagando de algún modo. Imaginad que decido ir al McDonalds, pero mis niveles de karma están totalmente al mínimo. Aún así voy. Según esta teoría probablemente en las próximas horas me voy a meter en la piscina con el móvil en el bolsillo o estando apunto de conseguir el número de teléfono de una chica en la discoteca la batería del móvil se me va a acabar. Es el interés a pagar por haber tomado prestado karma que no tenía. El karma es el dinero de los golosos y la única forma de conseguirlo es haciendo ejercicio físico. Pero alerta, según esta teoría no vale ir un sábado a caminar por la montaña y el día siguiente hacer una barbacoa. El karma se disipa, es volátil. Nuestras reservas de karma van disminuyendo con el tiempo y en cuestión de un día pueden llegar a su mínimo incluso si no las hemos invertido en una buena comida copiosa. Por eso hay que aprovechar justo después de hacer deporte intenso para gastar todo nuestro karma en forma de donnuts, calamares a la romana o lo que más nos apetezca. Seguid vuestro instinto y sabréis cuánto karma tenéis o cuánto os queda. No intentéis engañaros a vosotros mismos, salir a pasear al perro hasta la vuelta de la esquina no os da derecho a hincharos de galletas al llegar a casa y si, también la mantequilla, queso o chocolate light  consumen karma.

Por lo tanto, recordad, la próxima vez que vayáis a hartaros de comer preguntaos cual fue la última vez que hicisteis ejercicio y cuánto karma os queda.